La verdad es que no fue una idea fácil. Aún recuerdo cuando entré por la puerta de la Inmobiliaria Fresno para decir que pusieran mi piso en alquiler porque me iba a Chipiona (Cádiz) a emprender una nueva vida. La verdad es que en mi ciudad, Guadalajara, no había tenido suerte a la hora de encontrar trabajo, así que decidí irme a la aventura y bajar al sur.
Conocía Chipiona, además de por ser la ciudad donde nació Rocío Jurado, porque había estado allí durante seis años veraneando. Me encantó la ciudad. Rebosaba arte por todas sus calles, y lo más importante, comprobé que era una ciudad donde los bares y restaurantes estaban muy bien valorados.