¿Tomarías un buen trozo de carne en un cuenco de sopa? ¿O un suculento rodaballo en una plato de postre? No, ¿verdad?. Pues entonces por qué cuando acudimos a un bar o a un restaurante nos tomamos nuestra bebida favorita en cualquier tipo de vaso. Por eso, hay que adaptarse y tener conocimientos. Una vez que los tengamos acudir a páginas como Giona Premium Glass donde puedes encontrar cualquier modelo.
Pero vamos con algunas recomendaciones para que no vuelvas a quedar como un pardillo cuando llevas a casa a invitados y descorches tu mejor vino y solo tengas vasos de ginebra, la bebida de moda, para poder rellenarlos.
Lo que más nos gusta a los españoles es tomarnos una buena cerveza. Viendo un partido de fútbol es lo perfecto. Pues bien. Una jarra es el tipo de recipiente típico ideal para servir la cerveza, se trata de una taza grande que tiene paredes gruesas y una manija o agarradera grande.
En cuanto al vino, siempre deberá servirse en copa. Eso sí tiene que contar con las curvas adecuadas, ya que de ello dependerá que el vino sepa mejor o peor. El fondo redondeado ayuda a airear el vino y a dejar oler correctamente su aroma. Su parte superior debe finalizar en forma cónica, hacia el interior, para no dejar escapar la esencia.
No falta una celebración sin tomar una copa de champán o cava. Pero para hacerlo bien, se tiene que hacer en copas altas con forma de flauta, la razón de su altura es para ayudar a preservar el carbono del champagne y como parte estética deja ver sus burbujas. Se debe enfriar el vaso antes de su uso.
Qué grandes momentos nos depara el vermut. Pues que sepas que hay cuatro vasos posibles para tomar un vermut. El vaso típico del corto de cerveza; el vaso un poco más ancho y un poco más alto, de cristal algo más gordo y muy cómodo -el más clásico-; la copa ovalada sin pie -es como una copa de coñac sin la parte inferior- ; y, no podía faltar, la de Martini. El vermut dulce siempre debe servirse en vaso corto y ancho, nunca en recipiente alto.
Nos ponemos de gala y nos tomamos unas copas, o combinados que diría aquel. Nunca deben servirse hasta el borde. Se llenan, más o menos, hasta la mitad o un poco más. Y el coñac, siempre por debajo del ecuador. Las bebidas alcohólicas largas, como el gin-tonic o el whisky con soda, se sirven en vasos altos. Si se toman on the rocks -solamente con hielo- se toman en vasos anchos cortos.
Ahora bien, si hablamos de ginebra y tónica, la bebida de moda, el recipiente que mejor le viene es la copa de balón. Al sujetarla por el pie evita calentar el cristal, que los hielos se derritan y que se pierda el efecto refrescante del piscolabis.En la actualidad hay muchas páginas en internet que se dedican a venderlas con todos sus accesorios.
Y por si tienes resaca, y porque no todo va a ser alcohol, también el agua merece su espacio en este artículo. La copa de agua, también utilizada para zumos, es un recipiente de gran tamaño, ligeramente abombada. Pero, de manera informal, el agua suele beberse en vaso.
En la web gionapremiumglass.com cuentan con originales juegos de vasos para poder dar una alegría a tu estómago de la manera más sana posible, y sobre todo, haciéndolo en su copa correspondiente.