El investigador J. Fehér y su equipo de la Universidad de Semmelweis, en Budapest, informan que «el vino se ha consumido por sus efectos medicinales desde hace miles de años».
El vino tinto contiene poderosos antioxidantes y una copa al día tiene muchos beneficios para la salud.
Los monasterios medievales creyeron que sus monjes vivían más tiempo si tomaban vino tinto
La Sociedad Española de Cardiología informa que «el consumo de dosis bajas de vino tinto puede tener un efecto beneficioso».
Algunos de los beneficios del vino son los siguientes:
-Cuida el corazón: Un estudio de la Universidad de Harvard (EUA) determinó que aquellas personas que consumen vino en dosis moderadas tienen un 30% menos de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco.
–Retrasa el envejecimiento: es una bebida antioxidante.
– Mejora la salud intestinal: los polifenoles del vino tinto y las uvas pueden mejorar la microbiota intestinal.
–Disminuye el colesterol: incrementa los niveles de colesterol HDL (bueno).
–Mejora la circulación sanguínea y evita la formación de coágulos de sangre.
Los profesionales de Bodegas Federico
informan que el vino debe tener carácter y personalidad.
Varios países de Europa apuestan por el vino caliente
Con la llegada del frío y la bajada de temperaturas, apetecen platos y bebidas calientes. Un plan perfecto para los días lluviosos o de nieve es quedarte en casa con la manta y tomarte una taza de chocolate caliente o un té.
¿Algunas vez te has planteado tomarte una taza de vino caliente delante de la chimenea o al lado de la ventana mientras resbalan las gotas de lluvia en el cristal? Seguro, que sí. En varios países de Europa de trata de una bebida tradicional.
Esta bebida caliente también se conoce como glögg, por su origen nórdico se hace con vino tinto y se le suele añadir especias, como son la pimienta, la canela, el anís, el clavo o la nuez moscada.
En esta bebida caliente también se le puede añadir cítricos, lo más común es la naranja.
Su preparación es muy sencilla, en una olla se añade el vino, un poco de azúcar y las especias. Se calienta el vino sin llegar a hervir, lo más recomendable es calentar a fuego lento, ya que no debe entrar en ebullición. Cuando parece que va a comenzar a hervir apagamos el fuego y dejamos reposar cinco minutos.
Antes de tomarlo, hay que pasarlo por un colador para eliminar todos los restos sólidos. Es una receta fácil de preparar, no se tarda más de 20 minutos en tener lista esta bebida.
En qué países se toman el vino caliente
La tradición de beber el vino caliente está muy arraigada en Europa. Los romanos añadían algunas especias con el vino para que se conservase durante más tiempo. Durante la Edad Media, se incorporaba azúcar al vino para darle más dulzor. Varios años después, se comenzó a tomar esta bebida caliente.
Todos los países con climas fríos en invierno beben este vino caliente , ya que ayuda para que el cuerpo entre en calor. La tradición hace que se suela consumir mayoritariamente durante el Adviento y hasta terminar las fiestas navideñas.
Entre los países que beben vino caliente se encuentran todos los ubicados en Escandinavia. También es común en Polonia, Dinamarca, Alemania, Austria, República Checa, Rumanía, Suiza, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.
En esta época se puede encontrar su venta en los mercados navideños que se ubican en las calles o en los bares. En otros países como el norte de Italia o la zona francesa de Alsacia beber vino caliente se ha convertido en una tradición navideña. En esta zona francesa lo tradicional es emplear miel, en lugar de azúcar para endulzar el vino.
Esta bebida caliente la puedes acompañar con las galletas de jengibre, una porción de pastel de chocolate, un cupcake de vainilla o una rebanada de mantequilla con mermelada.
También puedes disfrutar de esta bebida caliente en Navidad con trocitos de turrón, polvorones, mantecados, mazapanes…
¡Sorprende a tus amigos y familiares con el vino caliente mientras pasáis una tarde en la nieve!
Vino y tapeo
El vino caliente es una buena opción para los días fríos, pero también puedes disfrutar del vino con la variedad de tapas que tenemos en la gastronomía española, como por ejemplo con un pincho de tortilla de patatas, un plato de jamón serrano o queso, una tapa de chorizo con huevo de codorniz o patatas con alioli. ¡Disfruta del tapeo con una buena copa de vino!
El vino también lo puedes acompañar de platos calientes como el cocido, fabada, lentejas castellanas, fabes con almejas, sopa de pescado, patatas guisadas con cordero o cremas calientes.