A pesar de que aún quedan muchísimos bares de cerveceo sin tapeo en toda España, cada vez son menos, y la razón es muy sencilla: la sociedad demanda esas tapas, y la popularización del “caña-tapa” es tal que hasta los extranjeros vienen a nuestro país buscando esas ofertas. Debemos matizar que los típicos bares de copas siguen estando a la orden del día, pero más como pubs que como los típicos bares tradicionales, por lo que debemos comprender que hay una diferencia abismal entre ellos y los típicos bares de bebida de barrio.
No hace demasiado tiempo eran muchos los bares de este tipo que, a pie de calle, servían cerveza, copas de vino y refrescos a toda la familia. Poco después, las familias dejaron de acudir y se convirtieron en bares de reunión donde muchos trabajadores, tras acabar su jornada laboral, se reunían para hablar e incluso jugar a las cartas con una buena bebida a su lado. Hoy en día, aunque algunos siguen teniendo gran aceptación en diferentes ciudades, este tipo de bares ha empezado a bajar su persiana para siempre, pues son los bares de tapeo los que han atraído al público en general.
Tanto las familias como los grupos de amigos prefieren ir a tomarse unas cañas con una buena tapa al centro de la mesa, o con la oferta “caña-tapa” que tan de moda está hoy en día, y aunque muchos bares tradicionales empezaron a sacar frutos secos, patatas de bolsa o aceitunas para acompañar la bebida de manera gratuita, esto no ha sido suficiente. Por eso hay que dar una vuelta de hoja al negocio y pensar en adaptarnos a la clientela actual.
Cómo podemos implementar este servicio
La opción más económica pasa por cocinar tus propias tapas y ofrecerlas al público habitual. Si no tienes a nadie en cocina, ni la posibilidad de tenerlo, piensa en tener tapas frías para no tener que perder de vista las mesas durante la jornada. Para ello recomendamos tener preparada una buena ensaladilla rusa, salpicón de marisco, tortilla de patatas, boquerones en vinagre (agritos) e incluso las típicas tapas de pan con sorpresa.
En muchos bares ha funcionado muy bien el tema de la “caña-tapa”. El precio de la oferta varía entre 1,50 y 2 euros, e incluye una caña fresca y una pequeña tapa que puede ser una rodaja de pan con un poco de tortilla de patata y aceite, una rodaja de pan con tomate y queso manchego, una rodaja de pan con un agrito encima, etc.
También están funcionando muy bien las ofertas de cubos de cerveza. Éstas quconstan de un cubo con 6 o 7 botellines de quitos de cerveza con un platito de patatas brava o jamón, por ejemplo, por siete euros.
Si optáis por crear vuestras tapas no olvidéis que el pan siempre es de vital importancia. No sabéis hasta qué punto puede cambiar la opinión de un comensal dependiendo del pan que le deis para degustar la tapa, y no importa que sea pan cortado para acompañar una cazuela de magro con tomate o una rodaja de pan sobre la que habéis estrellado un huevo de codorniz con jamón ibérico porque ese pan, ese pan que elegís y cortáis para el cliente, puede marcar la diferencia entre la exquisitez y el «aquí no vuelvo». Últimamente se vende pan muy barato en todas partes, desde hornos, hasta panaderías franquiciadas y, por supuesto, grandes superficies. Un pan que te cuesta un euro y te dan tres barras… ¿de verdad pensáis que ese pan puede ser igual que aquel que te cuesta 1,60 la barra porque el panadero se ha pasado horas amasando la masa madre y cociéndolo en el horno? Por supuesto que no. En La Cistella del Pa podemos ver una gran variedad de tipología de pan, hecho con diferentes cereales, que viene a demostrarnos que el pan de toda la vida sigue vivo, aunque no es fácil de encontrar. Ahora bien, si queréis triunfar con las tapas, tenéis que encontrarlo.
Otra posibilidad es contratar las tapas a una empresa externa. Si sabemos que solemos servir al día una media de 25 cañas, podemos solicitar a empresas de catering como Catering A Morena, que cada mañana nos provean de tapas para dar acompañamiento a unas 35 cañas (siempre pedid de más), y si tenemos éxito, conforme sirvamos más bebidas u ofertas de caña-tapa deberemos ir incrementando el pedido a la empresa de catering.
Y por último, por supuesto, podéis es contratar a alguien en cocina con el fin de empezar a hacer tapas caseras, frías y calientes, y empezar a servir incluso comidas y cenas a base de tapeo.
Sea como sea, lo que no debemos hacer es tirar la toalla ante un cambio tan sencillo como es el de servir algo más en nuestro negocio. Tal vez, ante algo así, empecemos a llenar el local hasta los topes. Nunca se sabe…