Adoro las tapas. Cuando un amigo me dice de ir a cenar siempre propongo el mismo tipo de bares y restaurantes. Quiero picar de todo y probar todas las tapas y pinchos del menú pero, ¿sabéis lo incómodo que puede llegar a ser morder un pincho con pan tostado si tienes dolor en las muelas o las encías sensibles? Os aseguro que es un suplicio. Por eso os recomiendo visitar asiduamente a vuestro dentista de confianza y si no tenéis os puedo dar el nombre de la mejor clínica dental en Barcelona bajo mi punto de vista, Clínica Dental Garriga.
Y es que por mucho que te guste salir a comer o a cenar por ahí y disfrutar del rato en buena compañía si tienes dolor de muelas vas a preferir mil veces quedarte en casa con una mantita y un puré de verduras antes que comerte unas buenas patatas bravas en el bar de la esquina.
El dolor de muelas es insufrible. En mi opinión es uno de los peores. Puedo soportar muchos dolores pero ese y la incomodidad de tener angustia son, para mí, lo peor del mundo, aunque obviamente soy consciente de que hay personas que sufren dolores mucho peores y no pretendo comprarlos ni muchísimo menos.
Cuando te duelen las muelas, lo mires por donde lo mires es una urgencia porque necesitas que te alivien el dolor al instante. Algunos trucos pueden ser ponerte una buena cantidad de whisky en la boca y aguantarlo durante unos minutos para que se adormezca la zona dolorida en cuestión. Otro truco es beber agua muy fría y aguantarla también cerca de la zona dolorida para que baje la inflamación y luego, por supuesto, están los benditos medicamentos que, aunque no me guste tomarlos, hacen las mil maravillas cuando tienes dolor de muelas. E incluso aún así hay ocasiones en las que no te alivia ni el Nolotil en ampollas, así que lo mejor que puedes hacer es recurrir a Internet y poner las palabras clave que necesitas seguidas del nombre de tu ciudad para que aparezca tu salvación: urgencias dentales Barcelona, y os redirecciono a mi clínica de confianza.
De cara al fin de semana os puedo asegurar que voy a intentar salir a picar algo por ahí y, por supuesto, mi intención es que sean tapas, de las ricas, de las españolas, así que necesito mi dentadura en buen estado porque no quiero volver a sufrir lo que sufrí la última vez que salí a tomar un par de pinchos. Esa sensación de tener hambre, ver la comida a tu alcance, saber que te gusta y que puedes cogerla, pero no poder tragarla porque te es imposible morderla y masticarla es la peor que he sufrido en el mundo, os lo aseguro.