La hostelería es un sector muy duro, tanto para el empresario que es dueño de un restaurante o bar de tapas como para el trabajador, bien sea camarero, cocinero o auxiliar dentro de alguna de estas áreas. Todo eso está claro, pero lo que no se puede permitir es la estafa. Yo, como dueña de una cervecería perteneciente a una franquicia muy conocida me he visto obligada a contratar los servicios de Castellana Detectives porque tenía a una empleada ya tres meses de baja laboral por culpa de un esguince en la pierna derecha.
Nunca me habría imaginado tener que llegar a esta tesitura pero no me arrepiento porque no me gusta que nadie me tome el pelo. Uno de los servicios que ofrece Castellana Detectives es el de investigaciones internas e investigaciones de recursos humanos, dentro de las cuales puedes contratar el servicio de investigación de bajas laborales y no me arrepiento de haberlo hecho porque la trabajadora en cuestión hacía vida totalmente normal e incluso se iba a jugar al Pádel alguna que otra tarde mientras seguía cobrando el sueldo íntegro por un accidente laboral que le había provocado un esguince de tobillo.
Los hechos ocurrieron de la siguiente manera: muchas veces, los productos envasados al vacío se colocan organizadamente en estantes dentro del almacén de la cervecería y para aquellas chicas que no llegan a los últimos estantes contamos con una pequeña escalera que está homologada y cumple todos los requisitos para la función que realiza. Una mañana, la trabajadora de la que hablamos, se resbaló o se cayó de la escalera con la mala suerte de doblarse el tobillo. La atendieron de urgencias en la mutua que tenemos contratada y el diagnóstico fue claro: un esguince de tobillo de tercer grado.
Como es lógico y normal se le hizo la baja laboral y yo, como me sentía responsable por lo sucedido, me mantenía en contacto con la joven semanalmente para preguntarle cómo iba todo. La cosa empezó a extrañarme cuando pasó el mes reglamentario que suelen dar de baja para este tipo de lesiones y la joven seguía diciéndome que prácticamente no podía andar y que cuando iba a hacer la rehabilitación a la mutua le dolía tanto que apenas podía hacer los ejercicios que le recomendaban. Al principio no le di importancia, pensé que la chica sería muy sensible al dolor y que poco a poco se iría recuperando y aguante un par de semanas más pero la situación seguía en el mismo sitio. Tras dos meses de baja fui a hablar con el médico que la trataba en la mutua y éste me confirmó que si la joven hiciera los ejercicios en rehabilitación ya le habría dado el alta hacía bastante tiempo pero que la chica se quejaba tanto, gritando y llorando, cuando tenía que mover el tobillo que no podía ponerla a trabajar. A partir de ahí es cuando contraté a los detectives y, como pensaba, nos estaba tomando el pelo, tanto a mí como a los médicos de la mutua. La he denunciado y todo está en manos legales ahora y me resulta indignante que con la falta de trabajo que hay actualmente haya alguien que se burle así de un contrato laboral.
Ojalá no tengan que usar los servicios de un detective por motivos como este pero si se huelen algo raro háganlo, se lo recomiendo.