Cuando un ‘loco’ se decide a poner en marcha un negocio de hostelería tiene que tener en cuenta muchos aspectos. Por supuesto, si es gastronómico, la calidad de la comida es lo primero. Pero hay muchos detalles más que son los que marcan la diferencia. Estamos hablando de la profesionalidad de los empleados, del sitio donde está emplazado, del público al que nos vamos a dirigir…pero también en la inmobiliaria que vamos a poner en nuestro negocio.
Hoy precisamente nos queremos centrar en esto. Equipar una cocina es uno de los procesos esenciales por los que debe pasar cualquier hostelero que quiera abrir un nuevo negocio o mejorar el que ya tiene. Llamamos a la puerta de Danvimet para que nos expliquen cómo es el proceso a seguir. Hablamos con una empresa dedicada a la fabricación de equipamiento para todas las ramas del sector hostelero y comercial, especializada en mesas de acero inoxidable y otros muebles para uso alimentario, así como elementos de transporte, almacenaje, y distribución, fabricando soluciones a medida para cualquier necesidad en este proceso.
Lo que no puede faltar
Mesas de acero inoxidable para hostelería, carros de servicio, mostradores, soportes de horno, carros pasteleros, estanterías…son muchos los elementos que tenemos que tener en cuenta. Además, entre esta gran variedad de mesas, puedes encontrar mesas de acero inoxidable de trabajo con dos fregaderos, mesas bandejeras, mesas de trabajo central e incluso mesas de acero inoxidable para hostelería con estantes incorporados.
Las cocinas deben contar con varias áreas de trabajo diferenciadas y sobre las que debe pivotar el equipamiento de nuestra cocina.
Según la preparación
Por ejemplo si vamos a tener una zona de preparación de platos fríos elaborados. Los platos que se preparen en esta zona se servirán directamente al comensal. Conviene equipar esta área con mesas frías de acero inoxidable, estantes murales, y elementos para corte y troceado de ensaladas. También es necesario un pequeño fregadero.
Zona de preparaciones previas: Se trata del espacio previo a la zona de cocción para la preparación de los productos. El equipamiento para esta zona es mesas de trabajo, estantes murales y fregaderos.
El bloque de cocción: El montaje básico pasa por cuatro quemadores, una plancha de asado, cocedor de pasta y freidora. Para ahorrar espacio en este caso es aconsejable plantear un bloque de cocción mural, con un horno mixto y una campana de extracción de humos, además de utilizar las zonas inferiores para almacenar las ollas, sartenes, etc.
Zona de emplatado: Es el espacio donde se rematan los platos. Será necesario un gratinador y un microondas. La mesa será el lugar donde acudan los camareros a recoger los platos y llevarlos al comedor.
Zona de lavado: Junto a la puerta de entrada a la cocina del comedor. Para la limpieza previa será necesario un fregadero y un espacio para cargar las cestas del lavavajillas. El equipamiento se completa con unas estanterías para ubicar la vajilla, cestas y batería de cocina. Es muy importante la higiene, y por ello existen diferentes protocolos de actuación.
Una vez que ya sabemos todos los detalles sobre los muebles con los que tenemos que contar, tampoco hay que olvidar la puesta en marcha. En esta fase de ejecución se conecta toda la maquinaria a sus instalaciones correspondientes, se hacen las pruebas iniciales y se realizan las configuraciones necesarias para garantizar el buen funcionamiento del conjunto instalado. Eso sí, siempre coordinados con el jefe de obra, hay que poner la experiencia a su disposición para transmitir nuestro know-how de la manera más eficaz.
Como suele ocurriré en estos casos, cuando decidimos renovar o poner en marcha un negocio de hostelería, nos planteamos la renovación del equipamiento de cocina, una de las dudas más habituales gira en torno al presupuesto. Sin embargo, el buen diseño y equipación no tiene por qué ir ligado a grandes costes. Basta con disponer de un buen equipo de asesoramiento sin renunciar, por ello, a la calidad de los materiales y productos. Hay que ponerse en manos de profesionales para poder llegar a ello. Una empresa que sepa diseñar, proyectar, fabricar y reparar según las necesidades reales del establecimiento, ofreciendo la posibilidad de adquirir muebles medida.
Ahora ya sabes más sobre este sector. Los tiempos han cambiado mucho y ya nadie piensa que las bambalinas de un negocio de hostelería es sinónimo de suciedad o de peligro tóxico. Ahora las empresas trabajan con toda la seguridad y la higiene. En gran parte por los cambios de muebles que se han llevado a cabo. Y es que como te decíamos, el equipar una cocina es uno de los procesos más importantes por los que debe pasar cualquier hostelero que se decida a emprender.