El vino ha sido desde hace muchos años un producto muy amado por las diferentes sociedades que han existido a lo largo de las épocas; ya desde la antigüedad, los romanos construían bodegas enteras para preservar este preciado bien para disfrutarlo y brindar con él a la hora de celebrar cualquier triunfo o conquista.
Existen muchos tipos de vinos, y para un amante del vino es casi un deber conocerlos y saber distinguirlos (sobre todo si se dedica a la cata del vino). De esta forma, se distinguen el vino tinto, el rosado, el blanco, el espumoso o el dulce como los más comunes y conocidos.
De estas variantes hoy vamos a destacar el vino de Jumilla como una de las marcas de vino tinto más reconocidas gracias a su procedencia de uva “Monastrell”. A continuación, vamos a conocer su procedencia, sus características y, además, vamos a saber cómo podemos maridarlo de la mejor manera con algunos platos típicos.
¡Empezamos!
Vino de Jumilla, una opción famosa y accesible.
El vino de Jumilla se ha ganado su merecida fama por ser una opción que combina tanto elegancia como accesibilidad, ya que la mayoría de vinos de renombre no suele presentar un precio bajo precisamente.
Si deseas disfrutar de su sabor, podrás hacerlo sin sufrir grandes cambios en tu bolsillo, tal y como podemos deducir al mirar la carta que presentan los expertos en vino de Jumilla de Bodegas Delampa; su precio no supera los 20€ y su sabor es inigualable.
La clave del encanto del vino de Jumilla radica en la predominancia de la uva “Monastrell” como mencionamos anteriormente, uva que nace en dicha región. El resultado que encontramos cuando saboreamos un vino de Jumilla se basa en sabores profundos, tonos frutales maduros y taninos suaves, creando una combinación que ha sabido capturar la atención de los amantes del vino.
Este vino se ha ganado la etiqueta de denominación de origen protegida (DOP) desde 1966 tanto a nivel nacional como internacional, ya que sus vinos son apreciados por aquellos que buscan opciones sabrosas y auténticas dentro de la diversidad vinícola española.
¿Cómo podemos maridar el vino de Jumilla?
Aprender a combinar sabores no es fácil, y lo es menos aún a la hora de hacerlo con vino y alimento. La mayoría de los vinos tienen sabores intensos y profundos, que no suelen combinar correctamente con alimentos de similar intensidad.
¿Sabías que para maridar el vino tienes que tener en cuenta aspectos tan irrelevantes (a primera vista) como el color de los alimentos y el vino? De esta forma, si vamos a comer un plato de carne roja, será más adecuado maridar con vino tinto que con vino blanco.
Pues bien, este tipo de vino tinto tiene un sabor muy característico que puede maridar (combinar) a la perfección con alimentos como los siguientes:
- Carnes rojas asadas o a la parrilla.
Al ser un vino tinto (tal y como hemos mencionado anteriormente) el vino de Jumilla combina bien con la carne roja. Su estructura y los taninos suaves del vino de Jumilla complementan perfectamente las carnes rojas, ya sea un jugoso filete, un plato de cordero asado o costillas a la parrilla.
De hecho, estos platos se pueden preparar al vino tinto, logrando así no solo maridar el plato, sino darle aún más sabor ¡estarán de muerte!
- Embutidos y quesos curados.
El queso es un elemento que nunca pasará de moda a la hora de maridad nuestro vino. Por ello, los embutidos ibéricos y los quesos curados son compañeros ideales, ya que consiguen que la estructura del vino (en este caso, del Jumilla) contrarreste la grasa y realce los matices de los quesos.
Asimismo, si hablamos de vino tinto, el queso gouda o el parmesano son dos de las mejores opciones para maridaje.
- Guisos y estofados.
El sabor profundo del vino tinto se mezcla de una forma increíble con guisos y estofados, al igual que ocurre con la carne roja o la carne a la parrilla. De este modo, el estofado de ternera o el guiso al vino tinto son platos que se convierten en maravillosas opciones gastronómicas con las que, no sólo encontraremos un buen maridaje a través del vino tinto, sino que también podremos rellenarlos con vino si se desea.
- Platos mediterráneos.
La cocina mediterránea, la cual presenta una carta de platos con hierbas frescas, aceitunas y aceite de oliva, puede potenciarse con un vino tinto como el de Jumilla, siendo así capaz de crear una combinación fresca y deliciosa.
- Chocolate.
¡El vino no sólo marida bien con cualquier plato de comer! Los postres también cumplen una función importante a la hora de maridar un buen vino, y en este caso, el vino tinto de Jumilla marida de maravilla con el chocolate oscuro.
¿Y por qué es tan genial? Pues porque los taninos del vino equilibran la dulzura del chocolate ¡fíjate!