Siempre han triunfado los bares de playa, y es lógico porque llega el veranito y apetece estar en la costa, con unas buenas vistas, tomándote una buena copa o cenando a la luz de la luna. No obstante, cabe recordar que este tipo de establecimiento, al igual que los chiringuitos, suelen ser restaurantes y bares de temporada: de junio a septiembre sacan un buen dinero pero cuando llega octubre y hasta mayo del año siguiente la cosa se paraliza tanto que muchos de esos bares deciden bajar la persiana hasta el año siguiente, y es comprensible. Sólo unos pocos se mantienen en pie y por eso yo nunca me he lanzado a esa aventura, aunque me llama la atención. Hoy vamos a hablar de los mejores restaurantes de playa del mundo.
A pesar de que en España tenemos una costa maravillosa y, en algunos casos, llena de glamour (Puerto Banús es un gran ejemplo), la realidad es que no contamos con establecimientos tan maravillosos como los de otras zonas como Tailandia, Bali o incluso Croacia. Si bien es verdad que tenemos nuestros idílicos espacios en Denia, Calpe, Marbella, y, por supuesto, en Ibiza, no es esta nuestra principal característica, nosotros somos más de chiringuito y playa o de una mezcla cool pero más ligth como el conocido Salduna Beach en Estepona, y debido a esto España no tiene demasiada representación en la lista.
Los mejores del mundo
- Baba Nest, Phuket (Tailandia): se encuentra en la azotea de un hotel junto al mar y no es más que un pequeño y acogedor espacio con piscina infinita y con un ambiente muy chill out entre el mar y el cielo. Perfecta.
- Zplage, Cannes (Francia): en el hotel Martínez no se andan con chiquitas y por eso, en la playa privada de su complejo hotelero, se alza este restaurante cinco estrellas con platos ligeros en uno de los ambientes más exclusivos de la localidad.
- Purobeach, Mallorca (España): Aquí está la joya de la corona en este sentido para nuestros nacionales, se trata de un bar de playa con mucho glamour y una piscina enorme a la orilla del mar.
- Blue Parrot, Playa del Carmen (México): a pesar de que su nombre parece un juego perfecto de marketing publicitario la realidad es que el Blue Parrot es uno de los bares más legendarios de la Riviera Maya. Cuando luce el sol es un espacio de hamacas para descansar y tomar una buena copa, pero por la noche empieza la fiesta con su tradicional show de fuego, pista de baile, música dance, y sky bar.
- Floyd’s Pelican Bar, Negril (Jamaica): se trata de una cabaña enclavada dentro del mar y para acceder a él hay que ir en barco o no podrás disfrutar de sus cocteles.
- Cafe Buza, Dubrovnik (Croacia): entre las murallas de Dubrovnik encontramos el Café Buza, con unas vistas impresionantes de la isla de Lokrum. Sólo puedes acceder a él a través de una pequeña puerta en la muralla pero eso lo hace aún más encantador.
- Nikki Beach, Miami (Estados Unidos): Aunque esta cadena de bares de playa tiene varias sucursales repartidas por el mundo (entre ellas, una en Mallorca y otra en Marbella), quizá su emplazamiento más famoso sea el de Miami. Aquí, el club de playa se localiza entre palmeras en la célebre South Beach. Tomar algo en sus instalaciones no es precisamente barato (una botella de vino puede costar desde unos 300 dólares hasta varios miles), aunque es el lugar ideal para codearse con la gente guapa de la zona
- Carpe Diem, Hvar (Croacia): La isla de Hvar es una de las más visitadas de Croacia. En los últimos años se ha convertido en destino obligado para muchas celebrities que buscan disfrutar del agradable encanto mediterráneo del país adriático. Este local se sitúa en una pequeña playa de arena (algo poco común en un litoral formado casi en su totalidad por playas rocosas) y ofrece diversión desde la mañana a la noche: aquí podrás desayunar con vistas al mar, comer, cenar o bailar hasta la madrugada.
- Blue Marlin, Ibiza (España): Este club de playa a la última se sitúa en el increíble paraje de Cala Jondal, en el suroeste de Ibiza. Aunque muy masificado en verano, es el lugar perfecto para tomar un cóctel con vistas a la playa, o incluso tomar un aperitivo: su cocina, que mezcla elementos meditarráneos y asíaticos, es más que buena.