Está claro que cada restaurante o bar de tapeo tiene su propio menú y, por lo tanto, es normal que cada establecimiento tenga sus platos estrella y sus diferencias. Por ejemplo, en un bar de tapas vasco no sería normal encontrar “cazón en adobo” pero sí “chipirones en su tinta”, y del mismo modo, cada establecimiento tiene un tipo de postre, u otro. Ahora bien, hay un postre en concreto que creo que todos deberían tener. Pega con cualquier menú, gusta por igual a adultos y niños, y es fácil de preparar. ¿Sabéis de qué os hablo? El brownie.
